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La mayoría de los individuos pueden llegar a aprender todo aquello que las escuelas estén en posibilidad de enseñarles, siempre y cuando se les brinde todo el tiempo y ayuda que necesiten.

La Lectura: desafíos y cpmpromisos

Ing. Oswaldo Romero M

La lectura es una actividad intelectual que permite develar los pensamientos registrados por las mentes más lúcidas del presente y de las culturas antiguas. Es una actividad que instruye y enriquece: a la vez que capacita para adquirir saberes útiles para un desempeño apropiado en la vida, aproxima al lector al conocimiento de la realidad y de sí mismo.

     La lectura ha logrado mantener su sitial de privilegio en la sociedad actual, como el recurso más eficiente para adquirir conocimiento, a pesar del sorprendente desarrollo de los medios audiovisuales.

     El propósito de la lectura es la interpretación de las ideas del autor. Leer no es sinónimo de repetir al pie de la letra el texto. La investigación sobre el tema, demuestra que la mayoría de personas lee muy por debajo de sus posibilidades.

     Es un arte que puede ser perfeccionado mediante ejercitación de la percepción visual, identificación de palabras clave y su localización en el texto, eliminación de los malos hábitos de lectura adquiridos, sistematización y registro de ideas; en fin, por el uso de una serie de técnicas para favorecer la comprensión.

     Íntimamente asociadas a la lectura están la escritura y la expresión oral. Un buen lector es un buen escritor y posee mucha solvencia intelectual para exponer sus ideas. El aprendizaje y el desarrollo del pensamiento también se favorecen por el hábito de la lectura; no es sorprendente que el éxito en los estudios lo consigan los buenos lectores.

     El conocimiento sobre la lectura, permite avanzar hacia niveles intelectuales superiores. Constituye un verdadero problema para la sociedad que la mayoría de la población no haya pasado de la lectura silábica, que constituye el nivel elemental. Muy pocas son las personas que han logrado alcanzar el máximo nivel de la lectura: la lectura metasemántica, que identifica la ideología del autor de un texto, a través del trasfondo de la palabra escrita.

Significado de la lectura

La definición de lectura depende en gran parte de cómo se la va a usar. El estudioso medieval que tenía acceso a un número limitado de libros y que disponía a veces de un año para “leer” un solo texto, se enfrentaba con problemas muy diferentes de los de los jóvenes de hoy día, quienes deben seleccionar semanalmente entre cientos de libros y leer, por lo menos parte de muchos de ellos. Para estar adecuadamente preparado para satisfacer lo que se le exige a su capacidad para leer, el joven de hoy debe desarrollar un alto nivel de eficacia.

Técnicas mecánicas de fácil funcionamiento

En la manera de leer de toda persona que posee una buena fluidez general, se halla implícito un gran número de técnicas que se aplican en forma mecánica. La medida en que estas técnicas operan automáticamente, con alta precisión, es uno de los mejores indicadores de la eficiencia general del lector. En esto están comprendidas:

1. Todas las técnicas usadas en la percepción de la forma de las palabras: la forma de la palabra misma, su correcta escritura, su pronunciación y significado y el uso inteligente del contexto.

2. Las técnicas que dan como resultado una lectura fluida y rápida, como ser la progresión constante de izquierda a derecha, la lectura por unidades de pensamiento más que palabra por palabra, y la habilidad de apresurarse o ir más despacio, de acuerdo con la naturaleza del material y el propósito del lector.

3. Las técnicas que dan como resultado una lectura exacta del texto, es decir, asegurarse de que el texto no se distorsione por cambios, adiciones u omisiones de palabras. Algunos de los tests de interpretación que se han desarrollado más recientemente indican que este es un problema para muchos lectores de nivel secundario y universitario.

Creatividad creciente

Afortunadamente, la lectura es algo más que la aplicación inconsciente de técnicas mecánicas. Su atracción principal es que sirve de estimulante al pensamiento de la persona; libera al hombre de muchas de las limitaciones de tiempo y espacio y, cuando se la practica inteligentemente, puede crear horizontes más amplios. Por supuesto, esto no sucede así como así, sino que depende de un número creciente de técnicas y capacidades con respecto a:

1. Obtener una comprensión literal de lo que se ha leído. Si se piensa, las ideas no pueden quedar desperdigadas, sino que deben relacionarse las unas con las otras. Estas relaciones son de muchas clases, como, por ejemplo, de causa a efecto, de lo general a lo particular, de tiempo y de lugar, y son básicas para la ordenación del contenido de pensamiento de todos los temas. Cuando el lector progresa en estas capacidades, aumenta su plena comprensión de lo que ha dicho el autor.

2. Leer críticamente o reaccionar frente a lo que ha dicho el autor. En esto están comprendidas sutiles técnicas de análisis lógico e interpretación. Estas técnicas se cuentan entre las más difíciles de desarrollar porque comprenden el dominio de las emociones y de las tendencias a formular juicios demasiado rápidos. El maestro nunca debe olvidar que estas capacidades son fundamentales para el ejercicio inteligente de los derechos del ciudadano en nuestra sociedad. Cuando una persona tiene el privilegio de ejercer su libertad de elección entran en juego estas técnicas y capacidades.

3. La selectividad, en cuanto a los fines. Saber adaptar el pensamiento al propósito de la lectura de un texto es la característica del lector maduro. Muchas técnicas diferentes de comprensión, por ejemplo, el pronóstico de resultados, la localización de datos, la obtención de impresiones, la ejecución de instrucciones, la atención a detalles, están comprendidos en esto. Estas técnicas tienen aplicación en diversas formas cuando el estudiante va de un terreno a otro. Buena parte de los estudiantes típicos, aunque los fines que se persiguen sean distintos, leen exactamente de la misma forma y exactamente en la misma proporción. Esa lectura tiende a ser lenta y sumamente ineficaz para muchas de las funciones de la lectura. La lectura eficaz es mucho más que un proceso mecánico. El buen lector lee con un fin y ajusta su pensamiento y la naturaleza de lo que lee, de manera que concuerden.

4. Uso de la propia personalidad. El lector no puede permanecer ajeno al proceso, de modo que la medida en que comprenda y se compenetre tendrá considerable trascendencia sobre su eficaz aplicación de las técnicas de lectura. El lector maduro se caracteriza por tener capacidad para liberarse de distracciones, comenzar sus tareas sin perder tiempo, llevarlas a cabo hasta que estén completas, distribuir sabiamente su tiempo, comprender sus puntos fuertes y débiles y adaptar sus fines como es debido.

Habilidad creciente

Dado que la lectura es un medio para un fin, a menudo se la considera un instrumento. Esto implica la necesidad de una creciente habilidad en su aplicación al contenido para el cual se la usa. Se ha demostrado que si bien la forma de leer los diferentes textos tiene mucho en común, los distintos temas y estudios plantean sin embargo problemas específicos.

     A medida que el lector adquiere habilidad en la forma de leer, como medio de aprendizaje, demuestra una capacidad cada vez mayor en las siguientes actividades:

1. Usar de manera eficaz lo escrito y la organización de los materiales. Cuando usa el material de lectura eficazmente, el lector capaz va mucho más allá de las palabras del texto. Comprende y utiliza los varios elementos que ayudan a formar una comprensión total. La primera página, con su información acerca de la fecha de publicación, autor y editor; el prefacio y el índice, que informan sobre el punto de vista del autor y la organización general del material; la distribución y forma de disponer los capítulos y secciones del libro; los elementos que ayudan a comprender el significado, como por ejemplo, los dibujos, tablas, gráficas y sumarios; las bibliografías, como fuentes de información adicional, y el índice alfabético como instrumento para la rápida localización de los datos, forman, todos, parte de este complejo de técnicas. En su aplicación más amplia, este grupo de técnicas lleva al lector más allá de determinado material y al uso eficaz de la biblioteca entera.

2. Manejar adecuadamente lo aprendido. Esto comprende el conjunto de técnicas que aseguran una eficiente localización, selección, organización y retención de los datos adquiridos.

Evolución personal y social

En la tarea cotidiana de aprender matemática, literatura o ciencias, es posible, fácilmente, perder de vista el papel que puede desempeñar la lectura en el desarrollo personal y social de los jóvenes. En realidad, la insistencia actual en la recopilación de datos de la experiencia ha provocado, en muchos estudiantes, un cierto descuido de esta faz de la lectura. Aunque es cierto que la técnica que se usa en cualquier forma de lectura tiene un efecto por lo menos indirecto sobre el desarrollo personal y social del individuo, lo que aquí interesa es la lectura practicada en los momentos de ocio y la lectura en voz alta.

     Estamos, como sociedad, en medio de profundos cambios de nuestra manera de vivir, muchos de los cuales tienen importantes consecuencias en el Pensum. La mayor cantidad de tiempo libre trae como consecuencia una mayor necesidad de técnicas para su empleo.

     Con el fin de que continúe el desarrollo luego del período de educación formal, deberían establecerse sólidamente los hábitos de dedicación a los libros y a la lectura, antes de que los jóvenes egresen de la Escuela. En el caso de los varones, en particular, debería tratarse de que una gran parte de sus lecturas no fuesen obras de ficción.

     Una característica del lector verdaderamente capaz es su habilidad para interpretar la palabra impresa a los demás. Los estudios comparativos de aprovechamiento demuestran con cierta constancia que la juventud de hoy día es notablemente inferior, en cuanto a sus técnicas interpretativas de lectura, en relación con las generaciones anteriores. Resulta interesante notar que la indiferencia del maestro es, a veces, una razón importante de esta situación.

     Si el cuadro aquí esbozado es exacto en su descripción de lo que se exige hoy en materia de lectura a la juventud, la Escuela enfrenta un verdadero desafío para ayudar a los jóvenes a capacitarse en todo lo posible en estas técnicas sumamente importantes.